
En el templo de tus ojos,
descansan mis condenas
entre el misterio negro,
y un par de flores nuevas.
Toda tu elegante hermosura,
se resbala en pupilas henchidas,
llega el suspiro en verbos
florece tu nombre entre vientos.
El terror y la espera tienen sabor
al barro con canela y humedad,
flor de otoño en posesivos,
un camino con mirada al destino.
Dios, el desanimo va en turno,
las termitas han crecido -solas-
el árbol testigo mudo subversivo,
conjuros, campanas, -soledad-
La liebre busca madriguera, nido,
yo sólo tu santuario, nítido
cueva y pelaje pasto imaginario,
no sé si tú me perteneces.
!Mientras tanto de pie sigo!
Vero Gtz C.
02, Julio,2008
México D.F.// Dallas Tx
23:47 hrs.
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